C. S. Lewis

C. S. Lewis es un autor, lo confieso, al que prácticamente no he leído. Lo conocí porque, bueno, en todas las biografías de Tolkien que me he leído, siempre aparecen diferentes aspectos de C. S. Lewis, y uno nota eso: un hombre que quiere creer y, contra corriente, lo logra, y entonces busca ser un ancla para quien desea creer. De mis hijos he notado que cuando iniciaron los libros de Narnia, los devoraron. Sin tener que acudir a la Wikipedia (recomiendo esa entrada:
 http://es.wikipedia.org/wiki/C._S._Lewis#Conversi.C3.B3n_al_cristianismo), es decir, antes de leerla, yo te habría dicho lo siguiente: CS Lewis es uno de los autores más citados por las autoridades generales, en muchísimos discursos de conferencia general. No es en balde: es un hombre que era un converso y motivaba a la gente a creer en Dios. Ese simple enfoque, esa simple perspectiva, hace que todos sus libros valgan la pena. Por ejemplo (eso me lo enseñó Hyrum) en Narnia, el León (¿Aslam?) es un símbolo de Cristo. Y cuando me dijo eso, tuve que ver de nuevo la película: su sacrificio expiatorio, su muerte y resurrección, su autoridad incuestionable, su pureza y perfección, su capacidad para perdonar pecados... la película toma un sabor diferente conociendo ese significado.

De C.S. Lewis hay una joya que quiero compartirte, algo que me toca muy de cerca, muy adentro:

“He is building a palace”

“Imagine yourself as a living house. God comes in to rebuild that house. At first, perhaps, you understand what He is doing. He is getting the drains right, and stopping the leaks in the roof, and so on: you knew that those jobs needed doing and you are not surprised. But presently He starts knocking the house about in a way that hurts abominably, and does not seem to make sense. What on earth is He up to?
The explanation is that He is building quite a different house from the one you thought of– throwing out a new wing here, putting on an extra floor there, running up towers, making courtyards. You thought you were going to be made into a decent little cottage: but He is building a palace. He intends to come and live in it Himself.”
–C. S. Lewis, Mere Christianity (London: William Collins, 1970), 172.

El está construyendo un palacio.

Imagínate a ti mismo como una casa viviente. Dios viene a reconstruir esa casa. Al principio, tal vez, entiendes lo que Él está haciendo. Él está enderezando los desagües, y deteniendo las goteras en el techo, y así sucesivamente: Tú sabías que esos trabajos necesitaban hacerse y no estás sorprendido. Pero entonces él empieza a golpear la casa acerca de una manera que duele abominablemente, y no parece tener sentido. ¿Qué diablos está haciendo? La explicación es que él está construyendo una casa bastante diferente de la que tú suponías --construyendo una nueva ala aquí, poniendo en un piso adicional allí, elevando torres, haciendo patios. Tú que pensabas que ibas a ser una casita decente: pero Él está construyendo un palacio. Un lugar donde Él intenta venir a vivir Él mismo.

C. S. Lewis, Mere Christianity (Londres: William Collins, 1970), p. 172.

Cualquier otra cosa que dijera sale sobrando:

Óscar Pech Lara
 
"In the faces of men and women I see God"
Walt Whitman, from Leaves of Grass

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
este fragmento que he leido de la casa "remodelandose y ampliandose" es impresionante, no crei que hubiera ideas escritas, tan estramboticas y a la vez tan descriptivas de eventos traumaticos de la vida real, y sobre todo con un fondo espiritual, de verdad esto me ha sorprendido de una manera esperanzadora ahora que estoy reconstruyendo tantas cosas en mi vida...
Oscar E. Pech Lara ha dicho que…
Cuando viene esa remodelación de la "casa" que es uno, a veces uno llora, se siente desconsolado. Uno sabe que es El Señor quien lo hace, y uno dice, gimiendo de dolor: "Señor, ¿no puedes dejarme sólo como una casa? No puedo más, Señor, y yo sólo quería ser una simple casa", pero Él sabe lo que hace. Como dice el refrán: "Dios golpea en Sus clavos", sabe cómo, en qué intensidad y en cuál dirección. Nunca falla. Pero entonces, cuando termina la prueba y uno sale de ese bache, uno entiende, finalmente, y agradece no haberse quedado en una mera cabaña. Ojalá, de corazón, que termine de reconstruir su casa y llegue hasta donde El Señor tiene planeado para Ud. Saludos:

OP